11/2/08

¿Por qué no funcionan las aplicaciones móviles?


El Mobile World Congress, organizado por la GSMA, abre hoy sus puertas en la ciudad de Barcelona. En esta tercera edición, el MWC ofrecerá ilimitadas posibilidades de hacer negocios con la élite de la industria móvil. Ilimitadas posibilidades de networking pero también ilimitadas posibilidades porque la industria móvil no ha hecho más que nacer.

Desde que inicié mi camino en solitario como consultora freelance numerosas empresas se vienen preguntando porqué sus negocios "móviles" no acaban de cuajar. Pues bien, el investigador de nuevos medios y nuevas tecnologías, Mauro Cherubini ha publicado en su blog una lista de 9 razones por las que muchas de las aplicaciones para móviles fracasan. Esto muy de acuerdo con sus argumentos y por ello me gustaría traducir en mi blog tales razones:

1. Las aplicaciones deberían ser autónomas. El tráfico de datos se suele cobrar a parte cuando se trata de telefonía móvil, y los usuarios no están dispuestos a pagar un dinero extra por acceder a determinados datos de forma remota.
2. Falta de un modelo de mercado. Por ejemplo, los blogs móviles, en realidad no se dirigen a una necesidad real de mercado.
3. Falta de publicidad
4. Falta de certeza. Aún hay muchos usuarios que no confían en las intenciones de comunicación de muchas aplicaciones en este mercado.
5. Falta de cultura. Por un lado, falta cultura alrededor de los nuevos servicios, y por otro lado, los servicios que se ofrecen ya existen de otra forma en otros contextos.
6. Barreras ergonómicas. En cuanto a la usabilidad, los procesos de instalación son aún complicados.
7. Modelo de coste. Hay usuarios que se sienten incómodos por no saber cuánto acabarán pagando por determinado uso de un sistema o servicio.
8. Sacrificio de responder a necesidades y crear nuevas. La mayor parte del tiempo se crean nuevas necesidades y eso lleva a los ingenieros a diseñar falsas necesidades.
9. Falta de estándares. Esto provoca que la programación sea muy costosa, y que haya muchos fallos en ella.

Para leer a Cherubini en su propio blog, haga clic aquí

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